lunes, 24 de julio de 2017

Saltarse comidas no ayuda a adelgazar

Saltarte comidas te puede provocar diabetes tipo 2, porque obligas al páncreas a producir más insulina y esta sobrecarga puede acabar haciendo que no generes la que necesitas. Sabías que... Es una creencia y una práctica muy extendida, pero completamente errónea. Saltarse una comida, en realidad, provoca un aumento de la producción de insulina, la hormona responsable de transportar la glucosa que existe en la sangre hasta las células, y ello, a su vez, genera una mayor sensación de apetito y de la cantidad de alimentos que nuestro organismo necesita para saciarse, con lo que estaremos consiguiendo el efecto contrario al deseado. Además, si haces eso te puede provocar una hipoglucemia, pues el organismo sigue consumiendo glucosa aunque no la reciba.






Bajar 3 kilos de peso en 48 horas sin dietas 

mejor al vapor ,a la plancha y al horno

 En una alimentación sana solo el 30% de las calorías debe provenir de las grasas, preferiblemente las insaturadas. En muchos países occidentales superamos el 40%. Sabías que... Los métodos de cocción de los alimentos también influyen en el sobrepeso. El abuso de alimentos grasos y las frituras como procedimientos habituales en la cocina aumentan las calorías de la dieta y contribuyen a la obesidad, principalmente porque son alimentos más atractivos de los que apetece comer más y porque las grasas tienen menos poder saciante y podemos ingerir mayores cantidades. Por el contrario, cocinar a la plancha, al vapor y al horno engorda menos y permite disfrutar del verdadero sabor de los alimentos y de sus propiedades nutritivas.


Desconfía de los productos adelgazantes

La eficacia de la mayoría de los productos que se publicitan y venden como adelgazantes no esta sustentada sobre una base científica. En el caso de las tisanas que venden como ‘adelgazantes’, su efecto es limitado y está condicionado a la inclusión de estas infusiones y decocciones dentro de una dieta de adelgazamiento adecuada y combinada con ejercicio físico. Lo mismo sucede con las cremas reductoras y los complementos dietéticos que se comercializan como depurativos y diuréticos, muchos de los cuales favorecen la eliminación líquido, que se recupera fácilmente, pero no de la grasa. Y, al margen de su eficacia, lo peor es que algunos de ellos pueden tener efectos nocivos sobre tu salud.


desconfia de las dietas milagrosas

No existen las dietas milagrosas que nos ayuden a perder los kilos que nos sobran sin cambiar nuestro estilo de vida. La mayoría de esas dietas milagro solo eliminan agua y masa muscular, con lo que el peso se recupera rápidamente. En general, hay que huir de las dietas que hablen de alimentos buenos y malos, de aquellas que prometan pérdidas de peso meteóricas, que promuevan ayunos o sean muy hipocalóricas, porque se producirán carencias nutricionales importantes y, al abandonar la dieta, se recuperará el peso perdido, con el consabido efecto yoyó, que te hacen recuperar rápidamente los kilos perdidos y algún que otro kilo extra.




Con la menopausia te será más difícil adelgazar

En esta etapa se producen cambios hormonales, metabólicos y psicológicos que hacen más complicado adelgazar. La distribución de la grasa en el organismo cambia y pasa de las caderas al abdomen. Muchas mujeres se vuelven más sedentarias y presentan ansiedad, irritabilidad o depresión, lo que puede modificar su conducta alimentaria. La grasa aumenta en detrimento del músculo. Pero en estas condiciones también es posible adelgazar, aunque requiera un poco más esfuerzo.


¿Secreto para adelgazar? Adquirir buenos hábitos


¿Quieres perder unos kilos y no recuperarlos al abandonar la dieta de
adelgazamiento? Se hace necesario entonces cambiar los hábitos. Para
adelgazar, no hay más secreto que este: que el número de calorías que se
ingieren sea inferior al número de las que se gastan. Cuando esto se
consigue y se adelgaza, mantenerse en el peso adecuado pasa
por tener un estilo de vida saludable en el que equilibres lo
que comes y lo que gastas. Esta nueva actitud no debe
ser algo temporal, sino que es importante adquirirla
para toda la vida para no volver a engordar. Ya sabes: si
quieres adelgazar, adopta unos hábitos saludables y
manténlos hasta que la muerte os separe.



Identifica el problema y sé realista

Trata de ser sincera contigo misma e identifica los malos hábitos que te han llevado a acumular esos kilos que ahora deseas perder. Analiza tu estilo de vida: ¿eres muy sedentaria?, ¿abusas del alcohol o de los refrescos?, ¿te saltas comidas?, ¿picas entre horas?, ¿comes golosinas sin control? Modificar esos comportamientos erróneos es determinante para empezar a notar los resultados. Ahora, fija un peso sano y realista para ti. Es importante que sea compatible con tu edad y tu estructura corporal. No es probable que recuperes el peso que tenías a los 20 años.